El propósito de este tema es el poder comprender el Panorama general de desarrollo físico,cognitivo y social de la infancia a si como aprenderlo y analizarlo
INTRODUCCIÓN
Desde el momento mismo del
nacimiento, y es posible que influidos por circunstancias incluso anteriores,
las personas pasamos por un proceso evolutivo que culmina en la edad adulta
donde, junto al crecimiento físico, se produce también un desarrollo
psicológico. En el desarrollo psicológico pueden distinguirse tres ámbitos
distintos: el desarrollo cognitivo, emocional y social, los cuales no pueden
plantearse como entes separados, puesto que están fuertemente interconectados,
recibiendo influencias mutuas y retroalimentándose con gran fuerza. Todos estos
aspectos están implicados y tienen un protagonismo evidente en el desarrollo y
configuración de la inteligencia de las personas, cuyos pilares principales
quedan asentados, al igual que ocurre con
los aspectos más básicos de la personalidad de todo ser humano, en la
etapa infantil.
El desarrollo cognitivo en
el niño
Para que el desarrollo
cognitivo y por lo tanto también la inteligencia del niño pueda madurar con
normalidad, tiene que existir una base biológica sana, así como también una
ambiente favorecedor y estimulante. Por otro lado, dicho desarrollo cognitivo
está sujeto a las diversas eventualidades o circunstancias que puedan
acontecerle a cada ser humano, como por ejemplo determinadas enfermedades o
traumatismo que puedan llegar a afectar a su estructura biológica. Una de las
principales teorías sobre las etapas del desarrollo de la inteligencia en el
niño es la del psicólogo suizo Jean Pieget. Según esta teoría, el desarrollo
cognitivo es una reorganización progresiva de los procesos mentales como
consecuencia de la maduración biológica y la experiencia ambiental. Para
Piaget, en primer lugar los niños van asimilando una comprensión básica del
mundo que les rodea desde los reflejos y la percepciones, es decir, desde la
etapa sensorio motora que tiene lugar desde el nacimiento a los 2 años. En esta
etapa, el niño comienza, de modo progresivo, a experimentar acciones y
desarrollar conductas en base a la experiencia de los sentidos y su destreza
motriz. Posteriormente, comienza a desarrollarse en el niño un nivel más
abstracto de pensamiento, en el que va emergiendo una inteligencia más
compleja. Los mecanismos de asimilación y la acomodación al entorno provocan
que, poco a poco, el niño incorpore su propia experiencia, la conceptualice e
interiorice.
El desarrollo emocional
De forma paralela al
ámbito cognitivo, también se va produciendo en el niño un desarrollo emocional.
Este es un elemento de crucial importancia para su posterior desenvolvimiento
en el conjunto de la sociedad a lo largo de toda su vida. Centrándonos en la
etapa infantil, podemos distinguir distintas etapas en el desarrollo emocional
y afectivo del niño. El recién nacido se rige por parámetros emocionales muy
primarios: llora o ríe. Su mundo se basa en necesidades, afectos y acciones muy
básicas. Hacia los 18 meses de vida comienza la aparición de una afectividad
inteligente. Prácticamente al mismo tiempo, el niño comienza a tener una gran
necesidad de seguridad, que por regla general lo encuentra en la madre. Hacia
los 2 años el niño es consciente de la mirada de las otras personas, por lo que
precisa de su aprobación como forma de refuerzo y afianzamiento de su
personalidad. Es a partir de los 4 años, coincidiendo con los inicios de la
escolarización, cuando entra en juego otro aspecto fundamental: el desarrollo
de un lenguaje más rico y fluido, con un léxico emocional mucho más complejo,
que le permitirá comprender la realidad, comunicar experiencias y expresar
sentimientos mucho más elaborados. Un desarrollo emocional correcto y dentro de
los parámetros considerados como normales es fundamental para que el niño
alcance el nivel suficiente de inteligencia emocional, que es la habilidad
esencial de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma
apropiada y precisa. Esta corrección en la gestión de los sentimientos permite
asimilarlos y comprenderlos adecuadamente y tener la destreza suficiente para
regular y modificar el propio estado de ánimo y, en cierta manera, también el
de los demás.
Desarrollo social
El desarrollo social del
niño comienza en realidad antes del propio nacimiento, desde el momento en que
los padres se están planteando tener un bebé y se imaginan cómo será físicamente,
si se parecerá a ellos. Esta actitud tan corriente, normal y lógica implica
que, de alguna manera, el medio social está teniendo una cierta influencia
sobre el futuro niño. La influencia de lo social desde antes del propio
nacimiento ejemplifica muy bien la enorme importancia de los aspectos sociales
en el desarrollo y crecimiento del niño. El ámbito social va a moldear, de
algún modo, todo lo que tiene que ver con el desarrollo del niño, en
consonancia con los aspectos biológicos y emocionales. Los primeros valores que
van a influir en el niño desde los primeros meses de vida serán los aspectos
culturales, familiares y de la sociedad en el que va a estar inmerso.
Lógicamente, luego se sumarán, con gran fuerza y poder de influencia, las
diversas instituciones que tendrán contacto con el niño a lo largo de su vida:
hospitales, guarderías y, por supuesto, la escuela.
EVIDENCIAS
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